sábado, 21 de agosto de 2010

PURGATORIO. El mercadeo y el robo

mercadeo Dada la gran diversidad de conductas y ocupaciones mantenidas por los Conscientes mientras aún vivían,  los recuerdos que ahora acumulan se ven limitados a aquello que fueron en vida. Y como en la mayoría de los casos el conocimiento aportado por los mismos no basta para proporcionarles talentos que les aseguren la supervivencia, los Conscientes se han visto  en la necesidad de poder adquirir otros nuevos basados en recuerdos que no poseían. De ahí que con el paso del tiempo haya surgido un tipo de mercado de recuerdos que se ha extendido por todo Purgatorio, mediante el cual cualquier Consciente, novel o veterano, puede aprender habilidades que de otra forma jamás obtendría. Habilidades que van desde la destreza en el uso de las armas o el combate cuerpo a cuerpo, hasta la utilización de capacidades paranormales. Y para poder ofrecer este tipo de servicios algunos Conscientes se han especializado convirtiéndose en los primeros Negociadores.

 

Este mercado de recuerdos ha establecido un tipo de transacción mediante la cual el comprador de un recuerdo o talento se desprende de una cantidad determinada de recuerdos específicos o no, que entran a formar parte de las propiedades del Negociador, a cambio de dicho recuerdo o talento. El precio o cantidad de recuerdos a pagar, así como el tipo, se ha estandarizado con el tiempo, aunque pueden existir variaciones dependiendo del lugar y el Negociador que los suministre. Dichos recuerdos o talentos se presentan en la forma de pequeñas y extrañas redomas de cristal con algún líquido en su interior, que el comprador debe beber para poder hacer uso de ellos. El color y el sabor varían de unos a otros, y una vez consumidos entran en la memoria del Consciente como si hubieran estado ahí desde siempre. Los recuerdos entregados a cambio, pasan a las manos del Negociador en la forma de esas misma redomas de cristal, y al entregarlas como pago son olvidados automáticamente por el comprador. Resulta obvio que si el recuerdo olvidado está asociado a la posesión de algún objeto o talento, éste desaparecerá por completo y no podrá volver a ser usado por su antiguo dueño.


Los Negociadores suministran además otro tipo de servicios como la venta de fetiches y en raras ocasiones, de quimeras, pero su negocio está centrado básicamente en el intercambio de recuerdos.  Es por ello que la cantidad que pueden llegar a acumular entre sus pertenencias puede llegar a ser muy alta, lo que les obliga a ocultar los lugares donde realizan sus tratos o negocios, y a rodearse de un número variable de secuaces que protege sus actividades de cualquier intento de saqueo o agresión. Es normal encontrar varios Negociadores en cualquier gran ciudad y al menos uno en aquellos lugares donde la concentración de Durmientes sea medianamente numerosa.

 

Como era de esperar dada la naturaleza del Consciente, allí donde existe algo codiciable por quien no lo posee, tarde o temprano surge la ambición por obtenerlo a cualquier precio. De ahí que con el tiempo, algunos Conscientes desarrollaran habilidades para leer los recuerdos ajenos, y lo que es más, para apoderarse de ellos. Los Ladrones de recuerdos, se especializaron en rastrear la memoria de otros Conscientes buscando aquello que pudiera ser de su interés. Y una vez localizado, aprendieron a copiarlo, alterarlo y eliminarlo. Convirtiéndose de esta forma en  una amenaza constante entre los Conscientes que caminan bajo la Bóveda. No es extraño por tanto que la desconfianza sea común entre todos ellos a pesar de que se agrupen y relacionen entre sí. Hay quienes afirman que las habilidades para leer y robar recuerdos surgieron originalmente entre algunos Híbridos como la Ninfa albina, pero fue entre la población de Conscientes donde se extendió su uso.


Los Ladrones suelen vender su botín a Negociadores con los que mantienen tratos ya que éstos no preguntan por el origen de la mercancía. Y en ocasiones se asocian con Esclavistas en alguna misión de captura para robar los recuerdos a los cautivos antes de ser entregados. Pero también trabajan en solitario mezclándose entre la población de Conscientes. No es habitual que intenten leer la mente de un Durmiente y menos aún que roben alguno de sus recuerdos. La razón de ello se basa en la inestabilidad del recuerdo obtenido, ya que al estar sometidos a tortura, los Durmientes tienen su memoria deformada y nunca es del todo seguro que el contenido del recuerdo no afecte negativamente la propia memoria del Ladrón.

 

Todos los talentos necesarios para poder robar recuerdos están basados en habilidades paranormales y como éstas no pueden obtenerse con recuerdos propios, únicamente comprando dichos recuerdos pueden ser aprendidas. Los Ladrones se hacen a si mismos  a partir de la mercancía de un Negociador, por lo que entre la población de Conscientes se suele decir que “en todo Negociador se esconde la semilla de un futuro Ladrón”.

 

 

Un saludo y hasta pronto.

1 comentario:

  1. Cada vez tengo mas ganas de ver el resultado final del juego.

    Tiene muy buena pinta...

    ¡¡Seguid así!!

    Un saludo.

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